viernes, 1 de agosto de 2014

Tiempo de siembra...

...Bueno, ya pasado el tiempo, me encuentro con que esta todo árido y seco. Y creo que es momento de quitar los cardos y las malas hierbas, arremangarse y comenzar a arar y sembrar de nuevo...

   Hace bastante que deje que este medio por el cual suelo expresar mis ideas y ciertas situaciones de mi vida (algo así como una bitácora de capitán), y de a poco fue quedando en el olvido (no tanto ya que recordé como llegar, algo así como que vine de memoria, o llegue porque algo me decía que tenia que volver).
   Sea como sea, acá estoy, y no me gusta mucho el panorama ya que se haya descolorido, sin vida, marchito, pero no tengo mas que aceptar que esto se debe a mi abandono, a mi distancia, a que mi atención estaba en otro lado, y no pude cuidar de este jardín, mi lugar al cual solía recurrir cuando algo me superaba, o cuando algo me conmovía o consternaba, al cual solía correr a refugiarme de todo lo que pasaba alrededor mio.
   Pero todo eso fue quedando relegado por la vorágine del día a día, por la rutina desgastante y mutilante que solo nos reduce a simples autómatas que nos movemos porque ya esta programado lo que tenemos que hacer, y así, paulatinamente, este lugar, MI lugar, el cual yo tanto cuidaba y mantenía vivo, se fue muriendo.
   En el medio sufrí perdidas humanas (seres queridos, relaciones, amistades), laborales, grupales y una de las peores perdidas fue haberme perdido a mi mismo, deje ir ese jardín que alguna vez fue frondoso, fastuoso y lleno de vida (acertada metáfora si la hay), deje que se corrompiera por lo mas vano y carente de afecto y desprecie todo lo bueno que había en él.
   Pero en ese ínterin, descubrí que muchas veces es bueno ir al desierto, ya que ahí nos encontramos solos, cara a cara con nosotros mismos. Y en el silencio de nuestra soledad, nos quebramos y aceptamos lo malo de nosotros mismos y comenzamos a encarar un proceso para poder limpiar nuestro interior.
   En ese momento es en el que comienzan los cambios, de mirada, de objetivos, de valores, de intereses y sobre todo del corazón, y así, lentamente comenzar a caminar, a emprender el viaje de vuelta, a buscar ese lugar que hacia rato estaba lejos, pero dentro mio.
   En ese camino encontré un grupo en el cual me siento cómodo, siento que ahí encontré un camino que me lleva a un proceso de cambio, encontré un grupo de gente que me acepto y que quiere explotar mi potencial, me encontré también con mucha gente que aun me quiere también y con la cual estoy en deuda, encontré el amor y siento que me magnifica en muchos aspectos.
   Pero sobre todo encontré al Señor en el desierto, y me hablo al corazón y me conmovió, me tomo en sus brazos, y me cargo en el trayecto en el que yo no podía seguir por mi mismo, me impulso a seguir adelante, me acompaño cuando yo creía que estaba solo, me invito a participar de una comunidad donde encontré mi carisma y donde lo encuentro a Él en cada reunión, y me invita a descubrirlo todos los días, a cambiar la mirada conmigo mismo y con los demás, a esforzarme todos los días por cambiar algo de mi en pos de que cambie el exterior. 
   En otras palabras me mostró su amor e infinita misericordia y me invita a hacer lo mismo, me invita a dejarme seducir por su ternura y su amor, y a practicarlos para con los demás, me invita a través del hermano a ser mejor persona, para bien personal y de la comunidad.
   Y es por eso que hoy me encuentro acá de nuevo, con las herramientas listas, las manos preparadas y el corazón dispuesto a dar el todo por el todo para que todo esto de sus frutos, pero vayamos paso a paso y ahora enfoquemos la mirada en la siembra.
   Espero que disfruten tanto como yo de este regreso, y que me acompañen en este recorrido de todos los dias.
                                                                                          .Gracias por su tiempo y hasta luego.

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