...Bueno, y cuando necesitas desintoxicarte? eh? A donde vas? A quien recurrís? Para donde escapas de la locura que se torna vivir en la sociedad que te rodea, entre los problemas que te agobian y las personas que te enferman?...
Yo no soy ejemplo, ni mucho menos la excepción. Pero eso no quita que no busque la redención por mis malos actos, y que no busque estar en paz con los demás, el universo y conmigo mismo, no significa que no me esfuerce diario para lograr el objetivo de ser cada día mejor, o al menos no ser tan malo como el día anterior.
Es difícil a veces, y cuesta que los demás se acostumbren y logren ver que realmente estas en ese camino. Es difícil que te perdonen, aun si vos los perdonaste primero, pero es así, cuesta, nadie dijo que es fácil perdonar o que es fácil intentar recuperar la confianza.
Pero difícil no siempre es sinónimo de imposible, pero para lograr eso, hace falta un laburo importante por parte de aquel que esta dispuesto a cambiar y de aquellos, los cuales están dispuestos a confiar nuevamente.
Yo comprendo en primera persona lo que es sentirse defraudado por una persona de la cual esperaba mas que eso, la cual se supone es aquella que me tendría que marcar el rumbo para que yo no descarríe, y comprendo también en primera persona lo que se siente ser esa persona que defrauda a otro.
Pero hay una gran diferencia entre ser el defraudado y ser el que defrauda, el defraudado es uno y es con uno con quien hay que arreglar las cosas, ahora cuando uno defrauda, esta mal con todo aquel al que pudo defraudar e inclusive con uno mismo.
Conozco las dos caras de la moneda, y comprendo y siento empatia por aquellos que también se encuentran en la misma situación, ya que comprendo lo difícil que es, comprendo el esfuerzo al cual se somete uno para intentar al menos enmendar las cosas.
Yo entiendo que no es fácil abrirse nuevamente a una persona que te defrauda, que cuesta recuperar la confianza y que es un ida y vuelta constante, pero también reconozco la difícil y ardua tarea de arreglar algo que esta muy lastimado, y sobre todo si eso es un vinculo, los cuales son los mas difíciles de sanar.
Con el tiempo aprendí a dar segundas oportunidades y a saber entender y acompañar a aquellas personas que de algún modo me habían fallado, no porque sea la mejor persona en la faz de la tierra y tan buena como para hacer eso, sino porque como todos, me equivoco, y mas de una vez yo también tuve que estar en el lugar de ellos y alguno de ellos en mi lugar, y la verdad que es muy feo.
Yo se lo que es lastimar a alguien que deposito su confianza en vos, a alguien que tenia amor para con vos, a alguien que esperaba un buen ejemplo de tu parte, yo se, porque yo me porte mal.
Y no quiere decir que lo hagas a propósito ni nada de eso, es solo que muchas veces tomamos malas decisiones, sin medir las consecuencias, ni el alcance de nuestros actos, y para cuando nos damos cuenta ya es demasiado tarde.
Pero si hay algo para lo que nunca es muy tarde, es para cambiar, para remediar y mejorar la situación. La gente no olvida, y cada tanto vuelve a salir a flote, pero al menos si la intención de mejorar las cosas viene del corazón, la gente nota eso y lo valora, y apuesta de nuevo a confiar en uno.
Yo apuesto siempre a la gente, siempre apuesto a la segunda, tercera y cuanta oportunidad pida alguien, siempre y cuando realmente sienta que quiere hacer algo al respecto.
En conclusión, invito a todos a replantearnos un poco los panoramas y si acaso le estamos dando una oportunidad a esa persona que se arrepiente de corazón de aquello que hizo mal, ya que no solo le hacemos muy bien a esa persona al darle la oportunidad de abrir de nuevo nuestra confianza, sino que también nos hacemos un favor a nosotros porque nos alivia y quita un peso enorme el perdón.
Perdonar, no es sinónimo de olvidar, sino mas bien un acto de amor compasivo.
.Gracias por su tiempo y hasta luego.
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